AUTORA: Virginia Woolf
EDITORA: Merve Emre
TRADUCTOR: Julio Rodríguez Puértolas
TRADUCTOR: Alfonso García Fernández
ISBN: 978-84-460-5400-9
PÁGINAS: 384
ANCHO: 19,5 cm
ALTO: 25,5 cm
FORMATO: Cartoné
Un apasionante viaje a través de las calles de Londres y del mundo interior de los personajes de la obra maestra de Virginia Woolf
«La señora Dalloway dijo que ella misma compraría las flores». Así comienza la cuarta novela de Virginia Woolf, una de las más apreciadas por los lectores. Publicada por primera vez en 1925, La señora Dalloway se ha considerado, no sólo la obra maestra de Woolf, sino una novela esencial del movimiento modernista inglés, y una de las más importantes e influyentes novelas del siglo XX. En esta extraordinaria edición anotada, la reconocida escritora, académica y crítica literaria Merve Emre ha elaborado una versión definitiva y sin precedentes de esta obra fundamental, apoyándose en abundantes notas que muestran las ambiciones estéticas y políticas de Woolf, evidenciadas tanto en La señora Dalloway como en su vida personal y el resto de su obra literaria.
Como es de sobra conocido, la acción de La señora Dalloway transcurre en un solo día de finales de junio, y su argumento pivota alrededor de Clarissa Dalloway, una londinense de clase alta atareada con los preparativos de una fiesta que celebrará en su casa esa misma noche y a la que acudirá la elite de la nación. Pero bajo la engañosa sencillez de la premisa planteada por Woolf se esconde una ingeniosa sátira del sistema social inglés y una innovadora exploración de la consciencia humana. Los acontecimientos fluyen a través de las mentes de Clarissa y su antiguo pretendiente, Peter Walsh, pero no sólo de ellos, sino que este mismo proceso tiene lugar tanto en sirvientes como en damas y caballeros de la alta sociedad. Los personajes de Woolf, constituidos por un halo luminoso de recuerdos y percepciones, dibujan un amplio retrato de la sociedad de Londres, sometida a profundos cambios tras la Primera Guerra Mundial. Y no hay un personaje en la novela al que la guerra no haya afectado más que a Septimus Smith, el perturbado veterano de guerra quien se convierte, de forma inesperada, en el otro personaje clave de la novela.
SINOPSIS
«Las horas, los días, los años, el tiempo incesante cae sobre todos «como los círculos de plomo» al sonar las campanas del Big Ben marcando el ritmo de la vida. Esta es la sensación de Clarissa, la de Peter, la de Elizabeth… Todos ellos personajes que, aunque muy diferentes, ven cómo el tiempo pasa y les deja una huella imborrable.
Virginia Woolf recrea una imagen del tiempo como un paisaje por el que pasan todos estos individuos y que es evocado constantemente, permitiendo ir hacia delante y hacia atrás durante toda la obra, pero todo esto desde el interior de cada uno de ellos, viendo así cómo les han afectado sus experiencias vitales, y mostrando un pasado de juventud idealizado por Clarissa, junto al amor de su vida, nunca confesado ni reconocido, Peter, impulsivo y vital, que contrasta con su carácter dulce y siempre controlado (hacia el exterior), y junto a Sally, el personaje que más acusa el cambio entre su juventud alocada y su madurez serena.
La autora ha elegido el ámbito interno de la conciencia para poder tratar libremente, sin censuras, todas aquellas cuestiones que le preocupan: la situación de la mujer en la época (o más bien múltiples situaciones reflejadas en mujeres tan diferentes como la Srta. Kilman, Lady Bruton, Elizabeth -que representa la esperanza en la futura mujer «con acceso a todas las profesiones»-, o la propia Clarissa), sus sensaciones y posiciones respecto a temas tan distintos como el amor, la sexualidad (tanto desde un punto de vista heterosexual como homosexual), el matrimonio o la política, entre otros; las instituciones y actitudes conservadoras, como la figura de la Corona o el Imperio, tan bien representadas en Hugh y tan criticadas por Peter.
Como destino final del viaje de la vida encontramos la muerte, tema que marcó profundamente a Virginia Woolf y que está muy presente en esta novela; así encontramos un «alter ego» de la propia autora en Septimus Warren, que acaba suicidándose tras una enfermedad nerviosa dejando sola a su sufrida esposa (asemejándose a Leonard). También trata en el relato el tema de la soledad, el caballo de batalla en la vida de todos estos personajes que se entrecruzan hábilmente formando un gran mosaico de personalidades con sus ilusiones y sus temores.
En cuanto al estilo, vemos el frecuente uso de la metáfora a fin de transmitir al lector de una manera tan sencilla y a la vez tan profunda las sensaciones vividas por cada uno de los personajes en cada momento, así como la detallada descripción de los paisajes londinenses de la época» Jorge León Arias
LA AUTORA
Virginia Woolf (Londres, 25 de enero de 1882-Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941) fue una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX. Durante el período de entreguerras, Woolf fue una figura significativa en la sociedad literaria de Londres y un miembro del círculo de Bloomsbury. Sus obras más famosas incluyen las novelas La señora Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando: una biografía (1928), Las olas (1931), y su largo ensayo Una habitación propia (1929), con su famosa sentencia «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción». Fue redescubierta durante la década de 1970, gracias a este ensayo, uno de los textos más citados del movimiento feminista, que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse a la escritura en un mundo dominado por los hombres.