Desde los vastos desiertos de Mongolia a las pequeñas islas de Japón, de las concurridas calles de Delhi a los grandes salones de Paris, la colección de aromas de incienso de Astier de Villatte en colaboración con Francoise Caron, nos invita a un viaje olfativo a distintos lugares de nuestro planeta
Namche Bazar, la puerta de entrada a los majestuosos picos del Monte Everest, proporciona la inspiración sensorial para estas varitas de incienso.Un ambiente silencioso perfumado con aromas embriagadores, donde los olores a té negro se mezclan con el aroma a tabaco y heno seco, apenas ahumado. Revelan un corazón fresco con notas de verbena y lavanda. En las notas de fondo, descubrimos el pachuli, mate sudamericano y almizcle, para un final trascendental, como el amanecer que brilla sobre la nieve fresca, a kilómetros sobre la superficie de la tierra
Es dentro de la isla de Awaji, por su clima favorable, donde se encuentran los mejores inciensos de todo el planeta. Desde hace más de miles de años se elabora aquí por los Koh-shis o Maestros de los aromas, una tradición que se transmite de padres a hijos. Solo ellos dominan perfectamente las cuatro etapas de producción: la dosificación perfecta de ingredientes exclusivamente naturales, maderas preciosas, hierbas y plantas, resinas vegetales y perfume; el amasado de la pasta, que se prensa y trabaja durante largos períodos de tiempo, el posterior reposo durante dos semanas para absorber completamente los perfumes; el corte de la pasta en cintas largas, enrrolladas a mano en tiras largas y estrechas, al tamaño deseado; y ya el secado al viento del oeste durante tres días antes de atarlos en gavillas
152 x 63 x 19 mm
125 Sticks
Hechos en Japón